¿Qué no puede faltar en tu plan de marketing para 2018?

Publicada el 21 noviembre, 2017

 

El plan de marketing es la herramienta fundamental de cualquier compañía para hacer llegar el mensaje, los valores y la esencia de su producto a través de distintos canales, con el objetivo de atraer a nuevos compradores y aumentar ventas.

En el caso de la industria de alimentación y bebidas, es imprescindible que el plan de marketing cuente con una detallada estrategia que se centre en el cliente final, el consumidor. Por ello, es esencial saber qué sabores le gustan, qué sensaciones busca, qué tipo de productos compra habitualmente o qué valores y demandas exige a la compañía que comercializa el producto.

Este tipo de datos, así como los demográficos, son claves para definir la estrategia de lanzamiento, comercial y de comunicación para cualquier tipo de producto, como es el caso de los refrescos y los alimentos envasados. Por eso, uno de los puntos que no puede faltar en un plan de marketing es un análisis exhaustivo, en primer lugar del producto en sí mismo, y también del target.

En cuanto al producto, identificar las cualidades sensoriales preferidas por los consumidores para crear el producto ideal es el objetivo de la industria para este 2018. Esto se consigue cruzando dos metodologías: el Análisis Sensorial y el Test de Consumidor. De esta forma, se consigue interpretar las percepciones de los consumidores, datos que resultan de gran utilidad para optimizar el plan de marketing.

Consumidor y sensorialidad

Según el grupo alimentario Kerry, uno de los más importantes de Reino Unido e Irlanda, “entender y cumplir las peticiones del consumidor es indispensable para garantizar el éxito del producto”. Saber qué opinan los consumidores sobre el impacto que tiene el azúcar en la salud o si los aficionados a los snacks se preocupan por las grasas saturadas son cuestiones a resolver antes de lanzar y promocionar cualquier novedad alimentaria.

Además, hay que tener en cuenta cuáles son las demandas dentro del mercado. De acuerdo con un estudio elaborado por Kerry, actualmente los consumidores exigen nuevas y mejores experiencias a los productos que consumen.

Así, dos de cada tres consumidores de Reino Unido aseguran que, con frecuencia, experimentan con nuevos e inusuales sabores. El mismo estudio apunta que un 23% de los encuestados considera que el color de un alimento o bebida es un indicador importante de su valor nutricional.

En este sentido, llevar a cabo un Test de Consumidores permite conocer al milímetro los gustos y prioridades del público objetivo con la intención de elaborar y comercializar productos que se ajusten a sus peticiones. Las preferencias organolépticas, como el sabor o el aroma, son cuestiones que pueden determinar la intención de compra.

La textura, por ejemplo, se ha convertido en un valor en alza para los consumidores, quienes cada vez se fijan más en esta característica. De hecho, las ventas han aumentado dentro de la industria para los productos que tienen en cuenta la sensorialidad de su textura.

Cambios en el consumo

Un buen plan de marketing también debe tener en cuenta los cambios en los hábitos de consumo. ¿Qué tipo de productos se toman en el desayuno hoy en día? ¿Qué alimentos o bebidas pueden sustituir los largos y pausados almuerzos tradicionales?

Según Kerry, el ajetreado estilo de vida de gran parte de los consumidores los ha llevado a descuidar tres de sus comidas diarias, por lo que han integrado los snacks en su dieta. Casi un 70% consume este tipo de productos entre comidas, pero más de un 40% lo hace en sustitución de alguna de ellas.

Clean label, honestidad y transparencia

El etiquetado también es una cuestión importante. Cada vez más consumidores se preocupan por los elementos que contienen los productos que adquieren. En el caso de algo tan básico como la comida, la mayoría rechaza las etiquetas repletas de colorantes y conservantes, y apuesta por aquellas que reflejan un contenido natural, fresco y artesanal.

El clean label no es una moda dentro de la industria alimentaria, sino un compromiso adquirido por las empresas para ofrecer productos más saludables. Numerosas compañías ya han optado por mejorar este aspecto y no han dudado en hacérselo saber al cliente a través de distintas campañas de comunicación y marketing.

Además de mejorar la composición de los productos, los consumidores se dejan seducir por productos cuyo marketing los anuncia como “naturales”, “frescos” o “artesanales”. No sólo el producto debe ser sano, sino que el mercado demanda que la industria sea también responsable con sus procesos de producción y en términos de responsabilidad social.

Abrirse a nuevos mercados

La internacionalización se encuentra en el punto de mira de muchas compañías de la industria alimentaria para este 2018. Sin embargo, lograr que un producto penetre en un nuevo mercado con éxito es algo que debe trabajarse con conocimiento y datos.

De nuevo, el análisis sensorial y el test de consumidor resultan perfectos aliados en lanzamientos de productos en nuevos mercado. Sobre todo en aperturas de mercados desconocidos, resulta una buena idea externalizar este tipo de investigaciones en consultores, como los del equipo de Sensory Value.

En pocas palabras: la sensorialidad será una tendencia clave en los planes de marketing para la industria alimentaria en este 2018.  Si se diseñan, se producen y se comercializan productos adaptados a los gustos de los consumidores locales y a sus necesidades, seguro que la acogida en el lineal del supermercado será espectacular.

 


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