Café, té, chocolate a la taza e infusiones son las bebidas calientes en las que solemos pensar cuando se trata de combatir el frío. Pero las costumbres locales de algunos países no tan lejanos nos ofrecen mucho más. Con o sin alcohol, existen bebidas calientes que, sin duda, sorprenderán a tus sentidos.

Bebidas calientes en Europa

1.- Grog: la bebida de los piratas

No todos los intentos de prohibir el alcohol tuvieron las mismas consecuencias desastrosas que la Ley Seca. Corría el año 1740 cuando  Edward Vernon era almirante de la marina Británica. Ese mismo año ordenó a los tripulantes de su buque rebajar con agua el ron que acostumbraban a tomar. El almirante, que solía llevar una oscura capa negra, hecha de un material llamado grogram,  respondía por ello al apodo de Grog. De ahí el nombre de esta bebida caliente. Los marineros no se alegraron mucho de tener que aguar su única vía de escape, pero lo hicieron. Además, le agregaron lima y azúcar para hacerla más agradable al paladar. La evolución del grog hacia una de las bebidas calientes más sorprendentes se produjo en países como la República Checa. Hoy en día, si visitas Praga en invierno, podrás calentarte las manos y el espíritu con un buen vaso de grog. Se prepara con ron negro, azúcar, zumo de limón y agua hirviendo. La primera vez que lo pruebes el sabor te sorprenderá por las notas cítricas y su suavidad. No te dejes engañar: el grog sube a la cabeza.

2.- Vino caliente especiado

En Alemania y Austria son muy aficionados a las bebidas calientes. Esta en concreto la conocen como Glühwein . Se especula sobre si fueron los romanos quienes lo llevaron al norte en sus campañas de conquista. En Roma se cocía el vino y se dejaban macerar especias para que se mantuviera en buen estado durante el mayor tiempo posible.

En cualquier caso, el vino tinto caliente, mejor si es de buena calidad, se parece mucho a una sangría de invierno que sustituya las frutas por especias. Las más habituales en esta bebida reconstituyente son la canela, los clavos de olor y el anís estrellado. Aunque también se le suele añadir cáscara de naranja.  Los niños también disfrutan de bebidas calientes similares sin alcohol hechas, por ejemplo, con zumo de manzana. El resultado es más dulce pero igualmente reconfortante. Se trata de una bebida muy presente durante la Navidad, pero se pude tomar durante todo el invierno.

Latinoamérica y las bebidas calientes

3.- Ponche de tamarindo

Latinoamérica es el continente donde la fruta cobra especial importancia, tanto en platos principales como en las bebidas calientes. El tamarindo, un árbol de origen africano, da una fruta con forma de vaina que es la protagonista de este ponche. Con su pulpa y algunas frutas de otoño más se hace un ponche con base de agua hervida al que luego se pueden añadir unas gotitas de ron. El resultado es dulce, muy afrutado y con unas notas ácidas. Perfecto para tomar a media tarde con invitados.

Los ingredientes varían dependiendo del país donde nos tomemos el ponche. Son muy habituales las peras y las manzanas cortadas en mitades o cuartos. Sin embargo, todas sus variedades se derivan de una bebida originaria de India, el puc, que tenía 5 ingredientes (puc significa cinco). Algunos de ellos tan poco inofensivos como el aguardiente de vino de palma. El ponche se ha extendido por todo el planeta. De hecho, en Corea se elabora uno a base de jengibre, canela y caquis secos.

4.- Champurrado oaxaqueño

Para todos aquellos que deseen probar bebidas calientes exóticas pero no del todo desconocidas, el champurrado llega también desde Mexico. Debido a uno de sus ingredientes principales, el cacao, está remotamente emparentado con el chocolate. Las semejanzas entre ambos no son demasiadas, sin embargo. En Mexico el champurrado forma parte de las bebidas calientes que se bebían ya desde la época precolombina. Los aztecas lo tenían por un alimento sagrado y lo usaban en ceremonias y rituales.

Se prepara con harina de maíz, cacao, leche y azúcar. La base, como en el ponche de tamarindo, también es el agua. Y es que estas bebidas calientes eran apreciadas por sus sabores y por el calor. El mismo Hernán Cortés incluyó el champurrado en sus informes y uno de los médicos de Felipe II, el doctor Francisco Hernández lo incluyó, por sus propiedades, en su Historia Natural de Nueva España. Existe cierto acuerdo común en que el mejor champurrado es el que se sirve en Oaxaca.

El lejano Oriente

5.- Sake

Así que, en japonés, Sake significa, literalmente, bebida alcohólica que se obtiene fermentando arroz. Es decir, licor de arroz. En la actualidad el proceso de fermentación es industrial y muy higiénico. No sucedía así cuando se comenzó a hacer sake. Las sacerdotisas, encargadas de su fermentación, masticaban el grano de arroz con sus bocas. Eran las enzimas de la saliva las que hacían que fermentase el grano.

Desde siempre, el sake se ha bebido en Japón como parte de rituales relacionados con la buena fortuna, se recomienda utilizar mantequilla, especies y nueces, al igual que un queso fuerte y chocolate. En la Segunda Guerra Mundial, los kamikazes lo bebían antes de embarcarse en sus misiones suicidas. También se bebe en Año Nuevo, aderezado con hierbas y especias: canela, ruibarbo, sanshou -una pimienta japonesa-, entre otras.

Se trata de una bebida que se toma fría, tibia o caliente. La temperatura del sake depende de las preferencias de quien vaya a tomarlo, de la estación del año y de la calidad del licor. Se dice que el alcohol se absorbe mejor en caliente así que, igual que el grog, el sake es una de esas bebidas calientes con las que es mejor tener cuidado.

Existen muchas bebidas calientes sorprendentes, como la sidra caliente con aroma de naranja, el café con leche y calabaza o el atole de coco. Hemos elegido estas cinco porque te mantendrán caliente casi en cualquier punto del globo. Pruébalas.