Sensory Bites // Café sostenible: llegan las cápsulas biodegradables y comestibles
El placer de tomar café se ha mantenido intacto a lo largo de los siglos, pero las formas de consumirlo han cambiado por completo. En las últimas décadas, la tradicional cafetera ha dado paso a las máquinas, que han conseguido simplificar el proceso de preparación con una sencilla cápsula que contiene todo el aroma y sabor intenso del oro negro.
Estos pequeños recipientes se han instalado en hogares y oficinas de todo el mundo, y con ellos el plástico y el aluminio con los que se elaboran. Así, tras ser utilizadas, estas cápsulas se tiran a la basura y acaban en los vertederos, donde cada año van a parar cerca de 20.000 millones.
Las exigencias de los consumidores, cada vez más comprometidos con el medio ambiente y la sostenibilidad, han llevado a los productores y distribuidores de cápsulas de café a reformular los materiales con que se fabrican estos pequeños recipientes.
Compañías premium como Halo Coffee, que presume de ofrecer el mejor y más caro café del mundo (Kopi Luwak Ruby & Diamond), han apostado por cápsulas 100% sostenibles y biodegradables, capaces de desaparecer por sí mismas en 90 días, mientras que las fabricadas con plástico o aluminio pueden tardar hasta 150 años.
Halo Coffee
Estas cápsulas biodegradables mantienen en perfecto estado el aroma, el sabor y la frescura del café, por lo que el cambio de material con el que se elaboran estos recipientes no influye en absoluto en la calidad del producto, que en este caso procede de Asia.
Más lejos ha llegado un joven diseñador industrial de Singapur, Eason Chow, quien ha creado cápsulas de café recubiertas de azúcar que se disuelven en el agua, en una máquina específica ideada por él mismo. La idea surge de los chicles de colores recubiertos de azúcar que hay en las máquinas expendedoras y que permiten consumir el producto directamente, sin envoltorio.
Eason Chow pensó en la cantidad de plástico y aluminio que se utiliza para fabricar las cápsulas de café y vio una gran oportunidad en utilizar azúcar para recubrirlas y así evitar el uso de estos materiales. De este modo, el café en polvo está recubierto de una fina capa de crema o leche y de otra, exterior, de azúcar. Así, todos y cada uno de los elementos que componen la cápsula son comestibles y tienen un papel fundamental en la elaboración de la taza de café.
Eason Chow
Además, el diseño de las cápsulas de café es totalmente original. Chow ofrece la posibilidad de asociar estos recipientes comestibles a marcas como Apple, con el dibujo de la manzana y su mordisco; a frutas, con la forma de un limón –que aporta un ligero sabor cítrico al café–; o a icónicos personajes como Mickey Mouse.
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