El método “cold brew”, la infusión en frío de los granos de café, está pisando fuerte este verano tanto en Europa como en Estados Unidos. Lo que empezó siendo un mercado de nicho a principio de esta década, ahora ha pasado a ser un mercado global gracias a la apuesta que han hecho las grandes cadenas como Starbucks, Costa Coffee o Dunkin Donuts.

El primer punto para entender de qué estamos hablando es saber que el café cold brew no tiene nada que ver con el café helado ni con el frappé. Mientras que en este último el café se sirve sobre una capa de hielo y con leche, el cold brew es más bien esencia concentrada de café obtenida tras infusionar durante horas y que posteriormente se diluye en agua. De la misma forma que lo artesanal ha revolucionado el sector de la cerveza, el método cold brew también implica un proceso de preparación más lento y una mayor implicación de los baristas en su elaboración, convirtiéndoles en artesanos del café.

Posiblemente este pico en el consumo también se deba a la gran variedad de posibilidades que el cold brew ofrece: se pueden encontrar con notas de chocolate, caramelo, nuez, entre otras. Aunque el hecho de que sea una bebida que se pueda llevar fácilmente a festivales, a la oficina o incluso haciendo turismo por la calle en verano también le hace ganar muchos puntos, sobre todo entre los millennials.

También está en alza el nitro, una variación del café cold brew un tanto peculiar. El secreto de esta nueva bebida no es otro que la inyección de nitrógeno en esta. Esto produce una textura más suave y sedosa y una superficie espumosa en el café que imita a la crema (todo esto sin añadir calorías). El sabor del café, además, pierde su acidez característica, menguando la necesidad del consumidor de añadir azúcar a su bebida. Este combo ganador de bebida dulce y fría, muy apetecible por tanto durante el verano, es lo que ha llevado al café cold brew a consolidarse como la bebida de moda veraniega.

Algunos, sin embargo, pueden no estar convencidos. Muchos son los que no encuentran sentido a beberse el café frío, aunque culturas milenarias como la japonesa lleven haciéndolo desde centenares de años atrás.

Sea como sea, la industria de las bebidas tiene todo un campo por explorar con el café cold brew, producto que ya cuenta totalmente con el beneplácito de los consumidores.