Sensory Bites // ¿Sabes qué es el mamey? Los millennials aún no, pero ya desean probarlo

Publicada el 9 enero, 2018

Si 2017 ha sido el año de las frutas tropicales exóticas, tal y como comentamos en el blog de Sensory Value a principios de año, en 2018 nos reencontraremos con su sabor en los próximos lanzamientos de producto de la industria alimentaria.

El mango o la papaya ya se han hecho un hueco en yogures o helados, y ahora llegan directamente de Latinoamérica nuevos sabores, como es el caso del mamey sapote. Originario de Cuba, México y Puerto Rico, el mamey es una fruta cuya textura cremosa de color salmón recuerda al boniato cocido y a la calabaza. Por ahora, su comercialización se ha reducido a un mercado puramente local.

Sin embargo, sus notas organolépticas de vainilla y nuez moscada -especias habituales en las recetas de productos de repostería-, junto con otras notas frutales de banana, pera y albaricoque, han hecho que la industria se fije en el sabor del mamey. De hecho, la firma francesa Aromatech, que diseña nuevos sabores para la industria, ha desarrollado un nuevo aroma alimentario basado en el sabor del mamey, para anticiparse a la demanda que prevén que tendrá en la industria de la confitería.

Según la firma, el mamey encontrará su lugar en golosinas y helados, por su sabor frutal y su perfil poco ácido. En la búsqueda de nuevos sabores con los que llegar al mercado asiático, consideran que este nuevo sabor puede calar en algunos países complicados de entrar en el sector alimentario como son China y Tailandia.

 ¿Qué sabores buscan los millennials?

Las generaciones más jóvenes –millennials y generación Z- buscan continuamente nuevos sabores naturales para aventurarse con ellos. La industria alimentaria debe tenerlos en cuenta: no en vano, ellos serán los consumidores del futuro.

No importa que no les suene el nombre o que no conozcan el ingrediente en cuestión: las nuevas generaciones buscan sorprender a su paladar con nuevos atributos sensoriales. Es por ello que las innovaciones de producto que se basan en sabores étnicos, como el del jengibre o el jazmín, han encontrado su nicho de mercado en ellos. Por supuesto, aquí entran las frutas tropicales.

De hecho, este auge es especialmente notable en el sector de las bebidas. Algunas multinacionales están desarrollado extensiones de línea de sus marcas más populares basándose en sabores vegetales exóticos, como el baobab o el açai. Por ejemplo, en Estados Unidos la demanda de la pitaya aumenta año tras año en un 300%, y todo apunta que seguirá en alza en 2018. El equipo de Sensory Value seguiremos muy de cerca cómo evoluciona esta tendencia.


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