Sensory Bites // ¿Una galleta creada a partir de inteligencia artificial?
Tenía que ser Google. Nadie más podía haber ideado la primera galleta creada a partir de inteligencia artificial. Una de las empresas más poderosas a nivel global que usa complejos algoritmos que permiten a sus buscadores pensar como personas. ¿Por qué no iba a emplear su tiempo en hacer postres?
¿Cómo funciona la inteligencia artificial?
Aunque la inteligencia artificial todavía no dispone de cerebros o capacidades como la de las personas, sí que son capaces de desarrollar proyectos complejos mediante técnicas de aprendizaje muy similares a las nuestras. Los algoritmos de Google que tan mala vida dan a los expertos en SEO, existen para mejorar la experiencia del usuario. Lo consiguen analizando comportamientos de tal manera que llegan a identificar las necesidades reales de la persona que teclea una o dos palabras en la casilla del buscador. Esto es así porque han creado una base de datos previa que contiene palabras de búsqueda y reacciones de usuarios. Así, estudiando nuestro comportamiento, una inteligencia artificial es capaz de predecir cómo nos comportaremos.
Así es como el mismo Google ha llegado a producir una galleta creada a partir de inteligencia artificial.
La galleta creada a partir de inteligencia artificial
Como cualquier repostero, Google contó con la materia prima necesaria para hornear su galleta. Vainilla, chocolate, harina, azúcar y mantequilla. Todos ellos ingredientes naturales comunes. No olvidemos que estamos hablando de una galleta creada a partir de inteligencia artificial.
En primer lugar, la inteligencia artificial aprendió qué eran esos componentes, qué efecto tenían en esa galleta. Un científico introdujo los datos necesarios en la inteligencia artificial. Así, la máquina aprendió que más azúcar significaría más dulce, entre otras cosas.
El mismo equipo de personas introdujo en la máquina los parámetros de horneado de la galleta: cantidades, tiempo de reposo de la masa, tiempo de horneado, etc. Y con esos datos se obtuvo la primera galleta creada a partir de inteligencia artificial. Se trataba, no obstante, del primer paso.
A partir de ahí la máquina, la inteligencia artificial cocinera, contó con los comentarios de un grupo de control que probó las galletas e hizo sus comentarios. La máquina aprendió lo que los comensales opinaban de su galleta y rectificó la receta. Así durante un número determinado de veces, hasta que obtuvo la calificación de mejor galleta.
¿Esta galleta es diferente?
Cuando hablamos de máquinas que realizan labores de humanos es imposible no hacerse esta pregunta. Ambas galletas están fabricadas con los mismos ingredientes. La galleta creada a partir de inteligencia artificial será siempre igual. Las galletas creadas por maestros artesanos humanos jamás serán idénticas. La actividad humana siempre encuentra espacio para la improvisación. Además, nosotros no estamos programados previamente. Podemos equivocarnos o introducir ligeras variaciones involuntarias. El encanto de la cocina tradicional está precisamente en ese punto de imperfección que hace que la comida se relacione de manera directa con las emociones.
La otra gran pregunta es: ¿se vendería bien esta galleta creada a partir de una inteligencia artificial? ¿Tú qué opinas?
¿Tiene algo que decir?